9 de junio de 2009

VENECIA Y LA BIENAL



El recuerdo que guardaba de mi primera excursión universitaria a Venecia, hace ya más de ocho años, era el de una ciudad machacada por el turismo, incómoda y apática, sin lugareños visibles, más previsible de lo esperado y, en definitiva, difícil de disfrutar. Entiendo ahora que no era el momento (en plena beca Erasmus), ni la época (Semana Santa) ni la compañía adecuada.

Mi impresión sobre esta vieja señora ha dado un giro copernicano, ajustándose ahora a la verdadera esencia veneciana que no fui capaz de apreciar en esa primera visita: una ciudad única e irrepetible, de una belleza tan abrumadora, que resulta imposible no caer rendido a sus pies, y un pasado y una historia tan solemnes y reales que su peso se hace notar a cada paso.


En esta ocasión, para la 53ª Edición de la Bienal de Venecia, debido a los precios abusivos y lo difícil de encontrar un hotel en condiciones (bueno, bonito y barato), nos fuimos hasta la vecina y diminuta Isla de la Certosa para hospedarnos en un pequeño barco. En esta isla te recibían unos tripulantes muy especiales: un grupo de artistas y perroflauticos americanos que con motivo de la bienal habían construido ellos mismos tres barcos (foto de arriba) y habían llegado nada más y nada menos que desde Eslovenia. Parecían sacados de una película de Kusturica.



La bienal de Venecia, la más antigua del mundo, se desarrolla en los Giardini y el Arsenal, además de exposiciones paralelas repartidas a lo largo de todas las islas que componen la laguna veneciana. En los Giardini están la mayoría de los pabellones nacionales y en el Arsenal y la Cordeira la exposición temática Making Worlds, comisariada por el sueco Daniel Birnbaum.

5 exposiciones recomendadas:

HOLANDA, fue la expo que más me gustó. Disorient de Fiona Tan, artista con una visión del arte tan cosmopolita como su propia procedencia: nació en Indonesia, de padre chino y madre australiana, vive y trabaja en Ámsterdam. Uno de sus vídeos recreaba, a un ritmo sincopado, con potentes imágenes actuales y una voz en off, la ruta de Marco Polo. Sin aditivos ni conservantes de ningún tipo, lo más recomendable de lo visto.

MÉXICO, el pabellón de México se encuentra en un palazzo escondido entre San Marco y el barrio del Castello. Después de perdernos varias veces, llegamos cuando ya estaba cerrada, pero convencimos al comisario y nos hizo un pase clandestino y silencioso que proporcionaba una atmósfera inmejorable para lo que íbamos a ver. Tanto que parecía hecho a propósito. Se me pusieron los pelos de punta y me dejó el corazón helado. ¿De qué otra cosa podemos hablar? es la exposición de Teresa Margolles que representa a México. Como si fuese una terapia de shock, la artista habla sin filtros de ningún tipo de la violencia y la muerte en su país. A la salida te entregaban una trajeta de crédito que por un lado se leía en inglés, español e italiano "tarjeta para picar cocaína" y por la otra, la cara de un narcotraficante cosido a tiros. No cuento más.


CANADÁ, el vídeo-artista Mark Lewis presentaba la exposición Cold Morning. Me encantó el vídeo (en la foto de arriba) en el que dos bandas en plena trifulca discuten sin llegar nunca a las manos ante la impasibilidad de los viandantes. Una verdadera guerra de pandillas. Divertidísima.

DINAMARCA Y LOS PAÍSES NÓRDICOS, después de pasear por una casa de una familia pija en la que han acontecido fenómenos extraños a lo Postergeilt, se llega a una piscina en la que hay un señor mayor ahogado, con sus zapatos Prada y sus calcetines Yves Saint Laurent al borde la piscina. ¿Se acaba aquí la historia? Ni hablar, el final de la historia lo pone uno mismo.

ESPAÑA, no pienso opinar sobre la expo de Barceló porque solo saldrían sapos y culebras del teclado de mi ordenador. No puedo estar más en desacuerdo con todo, desde la elección del artista a la forma en que se ha llevado a cabo. Eso sí, el catálogo, obra de Bruno Lara, está genial.

Entre un pabellón y otro, lo suyo era pasar por la cafetería de los Giardini, diseñada para la ocasión por el artista alemán Tobías Rehberger, a tomar un refrigerio y, de paso, ver a los celebrities pasear: de Miucca Prada a Marc Jacobs, pasando por la flor y nata del arte internacional. La cafetería en sí es la leche, llena de colorines y blancos y negros muy en la línea de Rehberger.


La exposición en el Arsenal, espacio dedicado al arte más actual y rompedor, es literalmente una tomadura de pelo muy vulgar, que hace que te cuestiones y reflexiones sobre la credibilidad del arte contemporáneo. Países sin ninguna tradición ni peso en el arte contemporáneo trataban de vender una equivocada idea de modernidad. Siguiendo las recomendaciones de la gran Paloma Chamorro, dejamos atrás la bienal y la seguimos cual flautista de Hamelín hasta Nuova Scuola de San Rocco para inyectarnos en vena unos cuantos Tintoretos de dimensiones monumentales. Huelga decir que no hay parangón posible con lo visto en el Arsenal.

Otros highlights


Tomar unos bellinis (bebida de zumo de melocotón y un espumoso veneciano llamado Prosecco) en el refinado y sibarita Harry´s Bar; imprescindible no dejarse llevar por la emoción del momento porque están riquísimos y se beben como el agua pero se pagan a precio de oro. De ahí ir a la no menos mítica Fenice donde se pasaba el vídeo Fata Morgana de Rebecca Horn, y acabar tomando unas cervezas y comiendo unos tramezzini, típicos sandwich venecianos, en el Campo de Santa Margharita, la zona de gente joven más molona de la ciudad. Otro día se puede ir al cementerio de la Isla San Michelle donde están enterrados Ezra Pound e Igor Stravinski, y degustar esas ricas albóndigas venecianas en el Cadoro del Gran Canal. Las recomendaciones literarias sobre Venecia de Cecilia Gandarias las dejo para mi próxima visita: La ciudad de los ángeles caídos de John Berendt y Marca de agua de Joseph Brodsky.

8 comentarios:

Theodora dijo...

Soy super fan de Chiquiño. Solo hay que mirarle.

Theo Goulandris

Anónimo dijo...

Gracias, Pinton, por tu post. Mañana me voy a Venecia; lo tendré en cuenta.

Anónimo dijo...

Eres un cabronazo. Ya te vale. Me has puesto los dientes muuuuuuuuuuy largos.

Anónimo dijo...

Te estás dejando bigotín?

Anónimo dijo...

Me parece una vergüenza la canonización institucional de Miquel Barceló, el artista oficial del Gobierno de Zapatero; tanto la cúpula de la ONU como su presencia en Venecia han sido decisiones a dedo de Exteriores. Bochornoso...

B.B. (pero no Bardot) dijo...

Para la próxima me apunto a Venecia pero con setas, o sea , con psilocybin mushrooms, magic mushrooms, fungui-fungui o, simplemente shrooms.

Lucia, sales monísima en la foto.

Luis A. dijo...

la elección de Barceló fue una grandísima cagada.

Camila dijo...

Como ya tengo mis pasajes para ir a Italia, estaba buscando recomendaciones de diversas ciudades. Creo que las que mas me aconsejaron que vaya, son Florencia, Roma y Venecia. Por eso me interesaría poder obtener hoteles baratos para asistir a alguna de dichas ciudades