28 de junio de 2012

MI CANCIÓN DEL VERANO


Qué subidón me da encontrarme con estos temazos. Me alegran la vida, me cambian el mood, hacen que optimismo corra por mis venas. Es increíble el poder emocional que tiene la música. Hace conmigo lo que quiere. Y pensar que hay gente a la que no le interesa. Major Lazor es el nuevo proyecto del dj/productor más sexy del planeta, Diplo (El rey Midas de la electrónica, todo lo que toca se convierte en oro), con el también productor y dj Switch. Esas referencias africanas me vuelven loco. Diplo es mucho. Y África es el futuro, amigos, en todos los aspectos, no hay duda. Mi canción del verano: Get free de Major Lazor featuring Amber de Dirty Projectors


21 de junio de 2012

MADRID ERA UNA FIESTA


Tengo la impresión de que ya no se dan buenas fiestas en Madrid, o yo no me entero, que también puede ser. Lo que nos faltaba, vamos. En esta tormenta de arena y agua en la que nos encontramos inmersos, se hace más que necesario esa dosis de optimismo superficial que nos reportan las fiestas. Los más pudientes deberían, entre otras cosas, abrir sus salones de baile y regalarnos una fiesta como Dios manda, a lo grande, sin escatimar en nada, sin patrocinadores de por medio ni photocall, con su temática, sus disfraces y sus máscaras. Como se ha hecho siempre. Que no tengan miedo de aparentar lo que son. Madrid es una de las ciudades más divertidas del mundo y  todo el que haya pasado por aquí lo sabe, pero últimamente andamos mal de particularidades festivos. Por favor, corran la voz de esta petición a ver quién se anima dar la fiesta del verano (como la que dio Isabela Mora hace tres veranos). Mis sugerencias a modo de instantáneas:




P.D.: Muchas de las fotos que ilustran este post las pueden encontrar en mi pinterest. Les animo a que lo sigan: mi pinterest

14 de junio de 2012

LAS EQUIPACIONES DE LA EUROCOPA



El campeonato de Europa de fútbol es un acontecimiento del que se pueden extraer diferentes lecturas al margen de la deportiva, es decir, que cada uno puede contar la feria según le vaya. Una vez que ya han desfilado por el tapiz verde todos los equipos, saco dos conclusiones vitales para mí: la confirmación de que la selección francesa tiene al delantero con más clase de todos los que juegan (bendito Karim Benzema) y que la equipación de los blues es, de largo, la más bonita. Nada de extrañar, por otra parte, viniendo de París. Es el mejor diseño y la que mejor sienta. Los jugadores deberían ir siempre vestidos así, de futbolistas, y dejarse de horteradas. La mítica camiseta marinera en azul y blanco que utilizó el combinado francés el año anterior (y que bien podría estar firmada por Jean Paul Gaultier) ha dado paso a otra marinera en azul sobre azul (cómo me gusta las combinaciones y los matices del color azul) y con cuello Mao (aquí tiene bastante punto) más calzas también en azul. Todo al azul es siempre una apuesta ganadora. Y como segunda equipación, un blanco impoluto e irresistible con el detalle de las líneas azul marino en las mangas más una calzas blancas también (los deportistas deberían ir siempre de blanco, como manda la tradición inglesa). El resto de selecciones incluida la española en su línea corriente, con las dignas excepciones de italianos y holandeses. Y ya de paso, me adelanto a las risas y llantos en la ceremonia de los Juegos Olímpicos con la equipación española, regalo de una empresa textil rusa.


7 de junio de 2012

A FAVOR DE LOS VIEJOS



En mi opinión −que tontería en este rincón siempre es mi opinión− uno de los grandes males de la sociedad occidental es el miedo a envejecer, que se traduce en dos desmoralizadoras vertientes: por un lado, la obsesión física por parecer joven. La mayoría de las estrellas de Hollywood están tan operadas que conseguir una buena actriz protagonista con la frente marchita y las arrugas de la felicidad es casi imposible. Y ya no solo celebrities; este mal absurdo también se ha apoderado de millones de mujeres (los hombres de momento son menos) anónimas que no saben aceptar el paso del tiempo. Es ridículo luchar contra la edad porque entre otras cosas es una batalla perdida. ¿Por qué ese miedo a aparentar lo que ya no somos? La arruga es bella, métanselo en la cabeza. Y para las estrellas, ¿qué sería de la historia del cine sin las caras ajadas de Betty y Joan en ¿Qué fue de Baby Jane? o de Catherine en De repente, el último verán?


Y por otro lado, y más doloroso pero menos obvio, es el desprecio de la sociedad a los viejos (nada de eufemismos, ni tercera edad ni mayores, son viejos y se les trata como tal). Si eres viejo, ya no interesas. La prueba la tenemos en la relación de los abuelos con sus nietos. Cuando son pequeños, estos no se separan ni a sol ni sombra de sus abuelos, son su referencia más allá de las paternas; cuando empieza la pubertad y las hormonas se revolucionan, desaparecen de sus vidas. Ya no encuentran tiempo para pasarlo con ellos. Simplemente, huelen a viejos.


El gran Jean Paul Gaultier, único diseñador que sube a las pasarelas de París a mujeres mayores, lo explica claro y alto: “Al envejecer, el vaquero se vuelve cada vez más bonito. Las marcas de la edad y las arrugas de expresión muestran el carácter. Los viejos deben formar parte de nuestra sociedad. Su experiencia nos enriquece. No hay que meterlos en asilos. Mirad cómo los veneran los musulmanes. Ellos, al menos, no los rechazan”.


Había una época, no hace mucho tiempo, en la que ser viejo era un status que otorgaba respeto y veneración propios de la experiencia, es decir, de la sabiduría. Los viejos tienen mucho que aportarnos y no podemos dejarlos de lado socialmente. Una de las grandes aventuras que te puede reportar la vida es encontrarte con un viejo que sepa transmitirte su experiencia. Y quién no lo entienda así, mala vejez le espera.