ESPACIO VALVERDE A TRES BANDAS

Iniciativas como la de Jugada a Tres Bandas, en las que un comisario independiente, un artista español y otro portugués se reúnen bajo el techo y el auspicio de las galerías madrileñas son más que necesarias para insuflar optimismo a la demacrada realidad peninsular. España y Portugal necesitan acciones optimistas para olvidarse del resto del continente aunque solo sea por unos minutos. Y qué mejor manera que establecer un diálogo entre artistas de ambos lados del Miño y el Guadiana.



De todas las iniciativas que se presentan este sábado por la mañana destaca la de Espacio Valverde. Por razones artísticas y personales, dicho sea de paso. Antonio Poppe, artista hasta ahora desconocido en la meseta, inclasificable poeta y asceta inicia un juego epistolar con el poeta madrileño afincado en París Fernando Lapuente. “Ascensores suben. Ascensores bajan. La nada tiene prisa” fue el críptico mensaje que el comisario y los directores de la galería comunicaron a los dos implicados y que estos tomaron como punto de partida. El resultado de sus conversaciones y mensajes visuales es a la vez intenso y misterioso, apasionante y agitado, elementos con los que se construyen los buenos relatos.


La propuesta de Espacio Valverde aboga por la recuperación contemporánea y nada nostálgica de la relación epistolar entre dos creadores. Una iniciativa innovadora dentro de la era digital, en la que todo tiende a leerse en pantalla. El flaneur parisino que recopila libros antiguos en la ciudad de la luz para intervenirlos con delicadeza dadaísta se encuentra con el bello e imponente “Livro da Luz”, escrito en una escultural caligrafía inventada unida a refinadas composiciones y collages, que Antonio Poppe dedica a su hija del mismo nombre. Todo ello en una puesta escena que contará con música en directo y recitales poéticos. ¿Quién dijo aburrimiento?