
Karl Marx debería tener la oportunidad de resucitar durante dos minutos para poder actualizar su oración predicativa más célebre. “El fútbol es el opio del pueblo.” Y los futbolistas, los nuevos dioses; los estadios, las nuevas catedrales y la pasión de los aficionados, la fe religiosa. Lo único que no ha cambiado del todo es la peregrinación de los domingos a las 5 de la tarde, ya sea a escuchar misa o a ver el partido.
Estoy indignadísimo con una noticia que parece haber calado hondo entre los españoles a los que la Roja nos la trae floja. El seleccionado español es el que más va a cobrar de todos los equipos por ganar el mundial: 600.000 euros por barba; casi el doble que Francia, por ejemplo, o más del doble que Alemania. ¿A alguien en su sano juicio le parece sensato? El país sumido en una crisis económica y estructural, el gobierno tomando medidas que afectan a los bolsillos de todos los que animan a la Roja y anunciando más recortes del gasto público, y los futbolistas trincando esa escandalosa cantidad de dinero. Llevando la cuestión al terreno de la filosofía futbolística, si no pasan de octavos de final y vuelven a hacer el ridículo, ¿deberían los jugadores devolver el dinero que se ha gastado la federación española en la cita mundialista?
Además, este mundial me da malas vibraciones: esto empieza a oler a la época franquista en las que las medidas dolorosas se anunciaban cuando jugaba España. Para eso sirve el opio, para actuar de analgésico y acallar las conciencias. Seguidores de la Roja, atentos a los periódicos los días en los que juegue y gane España.

Inglaterra ya ha anunciado que si gana el mundial, todo el dinero de las primas se quedará en el continente africano. Alemania lo donará a la fundación Robert Enke. Y los españolitos de momento tienen la intención de donar una (pequeña) parte y a título individual. Confío en que al final cedan a las presiones que ha levantado este debate y hagan uso benéfico de tal retribución. Si tanto sienten los colores de España y se les llena la boca cuando vitorean “va por los aficionados”, ¿por qué no lo ceden todo y aportan su granito de arena a la delicada realidad celtibérica?
Las competiciones deportivas son el escenario perfecto para que el nacionalismo más trasnochado y exaltado viva sus momentos más álgidos. Todos los aficionados hacen bandera de su selección y van con ellos hasta la muerte. No importan que no te guste como jueguen o no te sientas identificado con ningún deportista. Hay que ser borrego hasta el final de las consecuencias. Por todas estas razones y porque me da la gana, este año he decidido no apoyar a España, es más, espero que sigan con la noble tradición de no pasar de octavos de final. Si el fútbol es alegría, yo me emborracharé de lo lindo y fumaré un poquito de opio si alguna de estas selecciones ganan: Ghana, Corea del Norte, Estados Unidos y, cómo no, la Portugal de CR9.
4 comentarios:
Toda la razón, Pinton.
¡Bien dicho!
Yo voy con la cenicienta de Nueva Zelanda
Aquí van unos enlaces interesantes (a mi parecer, claro) sobre el tema:
Siente "la roja"... http://wp.me/pMv0y-kU
En Euskadi se apoya a "la Roja": http://wp.me/pMv0y-iX
La Roja me la trae floja: http://wp.me/pMv0y-i7
Hola, muy interesante el post, muchos saludos desde Mexico!
Publicar un comentario