LAS JOYITAS DE CARMEN MAZARRASA

Como todo lo bueno, la segunda colaboración de Carmen Mazarrasa para la emblemática joyería Grassy de la Gran Vía madrileña se ha hecho esperar. Después de un largo y meticuloso proceso de creación y producción, revisado por Patricia Reznak, Las joyitas al fin han salido a la venta.

Carmen Mazarrasa le ha dado un giro a la línea y la imagen de la joyería tradicional y cual prestidigitador con chistera ha ideado una colección nunca vista: versátil, fresca, innovadora y actual, de precios asequibles para muchos bolsillos y con una estética tan teeanager como adulta y madura. Las joyitas son precisamente eso, joyitas, en partes o enteras, que se unen, se montan, se combinan o se aliñan al gusto de cada uno. Su visión práctica y moderna le ha otorgado la libertad necesaria para crear una colección ajustada al compás de los tiempos y alejarse de la seriedad y opulencia que caracterizan los diseños de joyas tradicionales. Las joyitas de Carmen abren un nuevo camino para Grassy: atraer a gente joven que, por miedo o pudor, jamás se atreverían a sobrepasar el umbral de una joyería como esta.

Oro rosa, turquesas, corales, dijes (golondrina, corazón, barquitos de papel, caballito de mar, saco), aros, cadenas… son los elementos con los que contarán quienes se acerquen estos días por Grassy para diseñar su propia joyita. “Con una Joyita empieza una colección y con cada una se abren mil caminos posibles: jugando, probando, sumando y combinando cada uno encuentra el suyo.” Es precisamente ese fino y calibrado distanciamiento con la línea habitual de Grassy el plan ideado por Patricia para revitalizar estas navidades su espacio de la Gran Vía.

Con toda su grandeza, confío plenamente que esta colección sea el salto definitivo para Carmen, de lejos nuestro talento más exportable, y la sitúe en la escena internacional que es a la que pertenece. Sin arrogancia ni pretensión de ningún tipo, me atrevo a afirmar que España es poca cosa para Carmen Mazarrasa.