13 de abril de 2009

COSAS QUE HACER EN MURCIA EN SEMANA SANTA





1.- Dormir la siesta de jueves a domingo. Entre las 4 y las 5:30 no hay absolutamente nada que hacer en Murcia salvo echarse una buena siesta.

2.- Hacer un picnic en una casa abandonada de la huerta murciana. Hay un montón de caserones increíbles a lo largo de toda la región que bien merecen ser disfrutados y que harían las delicias de Tim Walker.

3.- Comer salchichas de chato murciano. Desde aquí invito a toda Alemania, cuna de la salchicha, a que prueben lo que da de sí el chato murciano. Puede ser una experiencia tan mística como la propia Semana Santa.

4.- Ver fugazmente las procesiones del viernes santo. Las de Lorca son las más originales y pasionales de España, una mezcla de fervor futbolístico y religioso, pero como cualquier procesión se aguanta solo un rato.

5.- Disfrutar de encuentros nocturnos y primaverales bañados de vodka-tonic a 4 euros. Te vas a la cama contento sin que el bolsillo se resienta demasiado. (Cada vez me doy cuenta de lo absurdo de los precios de Madrid. Es ya más disparatado que Londres.)

6.- No recargar la batería del móvil y estar totalmente incomunicado. Las verdaderas vacaciones, el auténtico lujo occidental.

7.- Llevar ropa cómoda, y no afeitarse. Casual, be casual, my friend. El aspecto externo no es el fuerte de estos sures, así que lo mejor es dejar a un lado prejuicios estéticos y confundirse en las atávicas despreocupaciones locales.

8.- Enganchar, con moderación y sin atiborrarse, todas las comidas del día: desayuno, aperitivo, almuerzo, merienda y cena. Gracias a la buena materia prima procedente de esta tierra, se come tan bien en Murcia, que su dieta produce un color de lo más saludable.

9.- Escuchar a Mari Trini estos días era obligado. La reina del hippismo de los setenta en España, de la canción protesta, del desnudo playero y amiga íntima del mismo Nicholas Ray nació en la santa ciudad de Caravaca. “¿Por qué a mí/ se me ha caído…?” ¡Qué grande, Mary T! Te echaremos de menos

10.- A pesar de ser una tierra poco pródiga en escritores consagrados, la tierra murciana proporciona el pasaje idóneo para disfrutar de la lectura de un buen clásico literario; en mi caso Tender is the night de Scott Fiztgerald se saborea magníficamente al sol del sureste español.

5 comentarios:

GordiLove dijo...

De toda esta Semana Santa me quedo con nuestro picnic, comiendo habas en el porche de Villa Kunterbunt, y las salchichotas, ummm. Vuelve pronto myfriend, nos esperan en la Peña Flamenca.LoveYou.Gordi

Lucky dijo...

Pinton, hay que tener ojo para sacar lo mejor de todo y tu si que lo tienes.
¡Murcia mola! I mean, el interior de la comunidad murciana; estarás de acuerdo conmigo que la costa de Murcia es horripilante. Mejor, un paraíso destrozado por los gañanes.
Tus fotos son preciosas.
You are the best!!!!

Lucky

Theodora dijo...

Que casa bonita, parece que estamos en la Italia de Rossellini.
Bellas fotos, Pinton.

bacci
Theo Goulandris

Anónimo dijo...

Bastante italiano todo. Ya veo Pintón que te mueves entre el verano portugués de Rohmer y la primavera murciana de Rosellini. Pero que cosa más fina de niño.

LUCY-BELLE dijo...

Una Murcia bonita para romper el topicazo (con mucha base) del horror de esta comunidad. Todavía hay algo para descubrir en esta España destrozada y eso me alegra.

Lucy-Belle