13 de febrero de 2011

¡AQUÍ NO SE BORDAN COJINES, SEÑORITA!





Fue lo que le dijo, o al menos eso dice el romancero popular, Le Corbusier a una joven Charlotte Perriand que buscaba trabajo. Pocos días después, tras descubrir algunos de sus bocetos, la llamó para que se incorporara a su estudio. El resto es historia...

6 comentarios:

Bruna Zeller . B.A. dijo...

que maravilla, como me gusta Charlotte Perriand...

Anónimo dijo...

bonito, Pintón

Zizi Carlos Jeanmaire dijo...

Me encanta Charlotte Perriand.
Hace años vi una antológica suya en el Pompidou
Tu blog me encanta, Pintón.

la Sultana dijo...

Te sigo. Siempre

Anónimo dijo...

i like it

Nalda dijo...

Muy felizmente me ponía yo la librería multicolor en mi salón.