21 de noviembre de 2006


BEIRUT: SOBREVOLANDO EUROPA

Bajo el nombre de Beirut –no sabemos sin con intenciones políticas o algún tipo de reivindicaión– se esconde un chaval-orquestra americano, un genio cuyo debut, Gulag Orkestar, ha sido un auténtico bombazo. Y no se trata del enésimo nombre del neo-folk americano, no señores, este chico está más cerca de la tradición musical europea (insinuantes son los títulos de las canciones) que del mero hype en sí.

Gulag Orkestar es un viaje inciático, un exilio voluntario, desde Brookiln hasta la Rusia post-comunista, pasando por toda la vieja Europa, Rhineland, Brandenburg, Prenzlauerberg, Bratislava e Italy, son algunos de los títulos. Un imaginario emocional al que dan forma distintos instrumentos musicales: trompetas, cellos, pianos, acordeones, violínes, mandolinas, congas, clarinetes, ukeleles, farfisas... que recrean una Europa donde el frío se combate a base de vodka, y tradición y vanguardia se dan la mano. Pero lo que hace diferente a este disco es la ausencia de ese pesimismo antropológico tan cercano al folk, Golag Orkestar es una ventana abierta al disfrute emocional de los placeres cotidianos: los atardeceres se vuelven el momento más apetecible del día, un nuevo orden mundial, donde todos tienen su sitio, es posible, y tomar una cerveza en una taberna con los amigos se torna un acto irrepetible.


Rhimeland (Heartland) nos recuerda al Sufjan Stevens de Illinois, una joyita escrita con el corazón; Bratislava tiene un inicio taurino, de verbena española, para terminar homenajeando a la musical popular centroeuropea; Mount Woclai recuerda a ese otro genio de la música popular franco-catalana, Pascal Comelade; en Prezauleberg demuestra sus habilidades vocálicas, cual crooner-trovador de los de antes; en Scenic World, a base de instrumentos de juguete, con un aire muy festivo, imagina un mundo simplemente mejor y en Postcards form Italy recuerda a su amor perdido con una nostalgía alegre y sin concesiones a la afectación. En resumen, un buen disco, para disfrutarlo este otoño e invierno una y otra vez.


Zach Condon, a.k.a. Beirut, de sólo 19 años, se mueve como un paisano por la feria de su pueblo, manejando con talento la música tradicional europea y el indi-pop de nuevo cuño, sin olvidar los guiños al cine mudo y a las orquestras gitanas. Entre las influencias más destacables están Magnetic Fields, y ha contado con las colaboraciones del plasta de Rufus Wainwright y David Byrne.

1 comentario:

francisco dijo...

me encanta esta banda; es la 1ª vez que veo algo sobre este grupo en un blog español. parece que al niño (zach condon) le ingresaran en un hospital de paris por extremo cansancio (el 15.11), cancelandose asi su tour por europa y estados unidos. penita! aver si un dia nos traen estos gitanillos yankees a madrid.