20 de junio de 2008

PROFESIONES MODERNAS: LOS DJ´S



Hace unos años la aspiración profesional de cualquier moderniqui urbanita era la de ser dj de música electrónica. Era la manera más fácil y rápida de hacerse con un nombre, con un alias nocturno, ya que no se necesita ningún talento especial ni, muchos menos, referencias propias. Basta con mirar mensualmente los tops de los dj´s extranjeros más festivaleros y ojear un par de revistas de música y, ala, directo al estrellato.

Sin ir más lejos, en la misma Malasaña hay una escuela profesional de dj´s que te enseñan las artes y los gajes de este creativo oficio. Porque otra cosa no, pero creativo es un rato. O sea, subir los graves, bajar los bajos, mezclar, acentuar los subidones y, sobre todo, poner caretos y posturitas de interesante para que la pinchada sea un éxito total. Como se ve, todo
muy chachiguay y de gran dificultad.

Sin embargo, todas las modas son pasajeras y parece que la fiebre de figurar a los platos se ha pasado a la vez que se ha ido desprestigiando socialmente, hasta el punto que decir “soy dj” produce más vergüenza que otra cosa. Y la verdad es que ser dj, aunque sea como hobby, es un rollo macabeo muy cansino, poco divertido y nada relajado, sobre todo si lo que te gusta de la noche es bailar, rajar y pasarlo bien; y además produce cefalea crónica. Y hablando en términos por los que se rigen los moderniquis, ser pinchadiscos está muy visto, casi no salen en las revistas y el estatus social que te otorga dentro de la noche está a la altura del de dependiente de tienda de marca.

Se han imaginado por un momento (pónganse en la cabeza de un dj de medio pelo) el coñazo que debe de ser estar siempre pendiente del último hype, de lo que se lleva y lo que no, de los pesados de turno pidiendo el último jit, por no hablar de la envidia y la absurda competitividad que caracteriza al gremio: “Oye, guapa, que esa canción la ponía yo antes que tú, me estás copiando”, “si pinchas en ese club olvídate de volver a pinchar aquí”, y otras perlas por el estilo.

Se imaginan la cara que pondría una madre al preguntar a su retoño:

“Y tú, Dieguito, ¿qué quieres ser de mayor?
Pues yo, dj residente, mami.”

Dieguito, hazle caso a tu madre, estudia una carrera con futuro y déjate de mamarrachadas, que ser dj no mola nada.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

El dj residente es la categoría laboral intermedia entre el camarero y el encargado.

Anónimo dijo...

Hay otras muchas profesiones modernas, demode. Esto da para una serie muy interesante, Pint'on.
Estilistas, fotografos, interioristas, rr. pp., personal shopper...

Anónimo dijo...

¿A qué dj´s te refieres? Porque yo veo aquí que esta entrada tiene nombres y apeliidos, me equivoco?

Anónimo dijo...

soy dj and i'm proud. y nunca he puesto nada que me hayan pedido.

Anónimo dijo...

Desde luego el título del blog te viene al pelo, "hablar de todo sin saber de nada"...pues hay que ver para ser dj, debo ser retrasado por ser licenciado en psicología y trabajar de director creativo en una agencia de publicidad...anda que al de la categoria laboral intermedia también le luce el pelo, porque lo que es el cerebro...
No veas que bien viene el dinerito fresquito para pagar las hipotecas...

Anónimo dijo...

je,ja,ji,jo,ju.eres un cachondo!!!
pero hay djs y djs.unos son los q tu fielmente describes,los q hacen en la cabina el paripé,y hay otros q llevan bastantes años en las cabinas y se preocupan mucho d q el publico disfrute con la música y q se note q en esa cabina hay un eslabón importantísimo de la cadena q en este caso sería la sala.