Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, era tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
8 de noviembre de 2007
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1 comentario:
Mravillosa poesía, pintón. Qué buenos recuerdos de instituto me trae. espero que esto no sea tu epitafía. Plis.
Te leo con admiración, guapo.
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