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Ahora que se inicia el vendaval de festivales musicales veraniegos para gente joven y moderna, dos cosas están claras y una no tanto. Primera cosa clara como el agua es que se trata de un negocio boyante y en auge, si no, no se entiende el aluvión de festivales. Mucha crisis de la industria y las discográficas, pero menudo pelotazo están pegando los organizadores de eventos musicales. Y segundo, los jóvenes españoles cada vez están más interesados en la música independiente, aunque Factor X, el programa de los programas en la actualidad, haga mucho daño a la música alternativa, por clasificarla con alguna etiqueta. Y la cosa que no tengo tan clara y que deja a descubierto las lagunas de los programadores, ¿dónde coño están A Touch Of Class?
Eso mismo se estarán preguntando los pocos privilegiados que tuvieron la suerte de bailarlos y sudarlos hace una par de semanas en el Nasti. I was there. And I was lucky. Yes sir, I can boogie. Y vaya boogie: flamenco con los Kinks, Simion mobile disco y The Police, Blur con jazz, Cansei de ser sexy plus Calvin Harris. Y Prince, mucho Prince. Lo que a primera vista parece una batiburrillo musical incoherente, en sus manos y sus platos fue una lección musical de órgado, de las que no olvidas en días. Diez minutos de aplausos y ovación incluida, y un unísono cántico de "Ooooootra". El respetable, poco dicho sea de paso, a sus pies, porque dj´s de esta profesionalidad hay pocos, muy pocos. Se lo digo yo, que fui un clubber.
Por cierto, acaban de sacar su segundo recopilatorio, Still sucks, que como todo lo que hacen es altamente recomendable.
Pues eso, como ellos no van a ningún festival, yo tampoco. Así que aquí te paso sus fechas, y si no vas a ningún festival multitudinario, acompáñame:
Junio 13: Vitra Campus, Basel, Suiza
Junio 15: ART Basel closing party, Basel, Suiza
Junio 16: Erste Liga, Munich, Alemania
Junio 21: Zukunft, Zurich, Suiza
Junio 22: Roxy party, Zurich, Suiza (Oliver Only)
Junio 23: Nitsa, Barcelona, España
Este jueves 24 de mayo tiene lugar en la joyería Grassy de Gran Vía la presentación de la colección de collares Florescencia, un evento señalado en mi agenda con color rojo, y desde hace unas días voy contando con nerviosismo los que faltan. La anfitriona del evento, la gran Patricia Reznak, encargó a la diseñadora de joyas con el futuro más prometedor de esta España nuestra, Carmen Mazarrasa, que hurgara en los sotanos de su joyería en busqueda de precias preciosas, elaborase unos collares a su antojo y saber hacer, y cuyos beneficios se destinarían al El Proyecto Oftalmológico en Turkana.
El resultado son doce collares (uno por cada uno de los meses) especiales, únicos y maravillosos,todos ellos piezas diferentes que comparten un espíritu común: la inspiración floral -interpretada con todos sus matices, desde el más alegre al abiertamente nostálgico-, y la intención de volver a florecer. La minuciosidad y preciosismo con el que están elaborados y ensambladas las piedras demuestran que solo una artista de la talla de Carmen, dotada de su habilidad, cualidades y dominio técnico es capaz de realizar.
Como dice la propia diseñadora, que tiene una trayectoria como bisutera, enfilar es como contar un cuento. Pues, entonces, Carmen es una de las mejores cuentistas que haya leído, y Patricia, la mejor editora.
John Amechi es un rara avis, un hombre peculiar y valiente. Es el único jugador inglés que ha jugado en la NBA. Es inteligente y quienes lo conocen afirman que se expresa con la precisión y seguridad propia de los intelectuales. Vamos , igual que nuestro Raúl o Fernandito Torres que apenas saben hilar dos frases seguidas. Y por si fuera poco, y por lo que realmente merece estar en este blog, es el primer jugador profesional de la NBA en reconocer su homosexualidad.
Hace unas semanas salió su biografía, A man in the middle, en el que cuenta sus experiencias vitales, que no sexuales no se vayan a confundir, de su encierro obligado en el armario y comenta estar convencido de que su orientación sexual fue un factor decisivo para que el entranador de los Utah Jazz, Jerry Sloan, no contara con él.
Me gustaría saber cuál hubiera sido la reacción de sus compañeros de vestuario si todavía estuviera en activo, o si sus adversarios lo hubieran mirado de la misma manera y cuáles hubieran sido los vitores de los hinchas de los equipos rivales.
Es el momento de que el mundo del deporte se quite el sanbenito de retrógrado y heterotrol y se modernice de una vez por todas. Y una vez abierta la vereda por John Amaechi a ver si empiezan a salir del armario otros deportistas de élite. Si imaginan ustedes el revuelo que se organizaría si, de repente, por ejemplo, Cristiano Ronaldo confesase públicamente su homosexualidad. Y las fantasias que iban a tener muchos. O si por ejemplo se descubriera que Pau Gasol y Rafa Nadal mantienen una relación desde que grabaron juntos ese bochornoso anuncio de relojes.
Es curioso que en el mundo del deporte profesional la comunidad lésbica lleva ventaja, y a lo largo de la historia han salido a la palestra campeonísimas que han asumido su condición sin temor –Martina Navratilova o Amelie Mauresmo, por ejemplo–, algo que no ocurre con tanta facilidad en otros ámbitos ni en la vida cotidiana.
Actualmente John Ameachi es embajador de los JJ. OO. de Londres, es un conocido televisivo y dirige una escuela de baloncesto en Manchester. Y desde su salida del armario su popularidad ha subido como la espuma. Vamos que el tiro le ha salido muy bien.
