El post viene a colación de una noticia que pasó desapercibida para la mayor parte, porque decir absolutamente todos sería un poco ofensivo, de los virtuales y potenciales lectores de este blog. A mediados del mes de enero, el presidente de la Federación Alemana de Fútbol hacia unas declaraciones públicas y meditadas en las que exhortaba a los jugadores de la Bundesliga alemana a salir del armario. Consciente de que los futbolistas son los nuevos sacerdotes de la cultura pop, y por tanto espejos en los que se miran muchos jóvenes amén de modelos de comportamiento en la sociedad global, el presidente alemán pretende con renovado fervor acabar con el tabú que persigue el mundo del fútbol. De momento, su loable actitud no ha surtido el efecto esperado, y las taquillas de los vestuarios del balompié siguen cerradas bajo siete llaves.
La alfombra verde de los estadios donde se juega la Champions League nos regala unas instantáneas tan sugerentemente homoeróticas que para que necesitan los protagonistas salir de las taquillas. Mejor continuar así para que el rumor y la mitología siga aumentando, aunque hinchas y sociedad hagan oídos sordos.