28 de julio de 2007

EL MAS TRISTE FINAL DE UN CUENTO


La archiconocida estilista de moda inglesa, Isabella Blow, conocida por sus extrafalarios sombreros, se suicidó el pasado 7 mayo tras ingerir insecticida Paraquat (de la misma forma que se había suicidado su padre). Y mejor que hablar yo de ella, dejemos hablar a sus amigos:

Philip Treacy: Isabella Blow ha sido la persona más fascinante que conocí cuando llegué a Londres desde Irlanda. En 20 años conocí a todos mis héroes pero ninguno la ha igualado. Todos parecían aburridos en comparación. Hoy estaba en mi estudio y la veía en todos los lados. Ella se encuentra en cualquier sombrero que hago y en cualquier rincón en el que me encuentro.

Hussein Chalayan: Uno de los grandes momentos de mi vida fue nuestro viaje a Estambul. Me senté unas filas detrás de ella durante el viaje, y su sombrero era como una nana visual que me hacía dormir. También me acuerdo de ella paseando por el casco antiguo de la ciudad con un sombrero de avestruz como si fuera un cuadro clásico.

Bryan Ferry: Nunca me aburrí con ella, con ese gran sentido del humor y su risa contagiosa. Era una apasionada de las beautiful things y su entusiasmo era abrumador y enfermizamente obsesivo. Era como un tifón colorido, nunca dejaba las cosas a la mitad. Era como sus sombreros, única. Un simple desayuno con ella se convertía en una gran experiencia. Como amiga era ferozmente leal. El mundo de la moda llorará durante mucho tiempo su pérdida.

Karl Lagerfeld: Isabella era una excéntrica a las más pura tradición inglesa. En Francia no ha existido nadie así.

Ann Wintour: Contraté a Isabella en 1981 como asistenta. Tenía siempre su pandilla con la que se reunía a charlar en los despaches de Vogue. Basquiat era un visitante habitual, y los dos se sentaban durante horas. Su personalidad atraía a personajes tan singulares como ella, y conforme su carrera iba progresando, Isabella fue capaz de encauzar perfectamente su individualidad y lanazar a la gente en la que creía. Un espíritu libre irrepetible.

15 de julio de 2007

QUE VIVA LA MUSICA



¿Por qué tienes que leer Que viva la música?

Porque la protagonista es una rubia muy cañón que levanta muchas pasiones y envidias.
Porque vas a ir de fiesta en fiesta, experimentando emociones fuertes, bailando sin parar y tomando drogas.
Porque vas a escuchar el mejor rock and roll y la mejor salsa.
Porque vas a conocer a los personajes más misteriosos, extremos, atrevidos y neuróticos.
Porque hay suicidios, asesinatos, enfermos mentales, y sexo.
Porque el autor es Andrés Caicedo.

Magu

7 de julio de 2007

MY SPACE ESPAÑA


My space por fin se instala en España. El pistoletazo de salida se dio hace un par de semanas con la fiesta de presentación en el madrileño Teatro Calderón (ahora lamentablemente rebautizado con el nombre de una marca de helados que me niego a nombrar) con la actuación estelar del grupo ladrillo por excelencia, Smashing Pumpkins.

Por el momento el equipo my space hispano está integrado por cuatro personas, siendo Borja Prieto el cerebro creador de todo este circo. El mismo que hace ya más de un lustro animaba la escena fancinera con el fancine YoYó, paradigma del cutre-luxe, y que posteriormente se reconvirtió en un sello discográfico independiente, eso siempre, antes muerto que mainstream.

Y ahora nos han presentado la primera hornada de su esperado merchandising que sienta las bases de sus intenciones estéticas. Pegatinas con el lema CAGA Y MEA A GUSTO, y camisetas inspiradas en el icono I LOVE NY transfiguradas en I LOVE MS. El caso es que este personaje que antaño se atrevía a dar lecciones sobre el buen gusto, sobre lo que estaba in and out, nos presentan un merchandising de estética casposa, que si es una broma, no tiene ninguna gracia, y si va en serio, es todo un atentado a lo que él promulgaba años atrás. Señor Pon no se puede vivir toda la vida del rollo cutre ni de chorradas escatológicas que ya no provocan, además las bromas privadas son eso, para que se rían los colegas, no para lanzar una campaña a nivel nacional.

Reciclarse o morir, pero sobre todo, no hacer abuso de los chistes porque se gastan fácilmente y pierden toda la gracia, y jugar mejor las cartas de la sátira, el humor y la ironía. Y que conste que lo digo todo de buena intención porque creo que imaginación y buenas ideas no le falta a este padre de familia, y todavía puede demostrarlo y hacer que me trague todo este post. Así que desde aquí va esa palmadita en la espalda (o ese capón) para que se espabile y lo haga mejor, y si no, que lo diga Diana Aller.